Voto en blanco

Por: Rodrigo Villalba Mosquera

El domingo anterior se eligió a Carlos Mauricio Iriarte como nuevo Gobernador del Huila, un hombre limpio, preparado, con experiencia administrativa y claridad frente a la solución de la crisis por la que atraviesa la comarca; por ello acogió y lideró la Unidad Regional inspirada en los gremios de la producción, y de la cual hicieron parte los Congresistas y sus partidos. Ha dicho el mandatario seccional que el efecto grande de la mancomunión apenas comienza, y debe reflejarse en la respuesta del Gobierno Central donde fluya la inversión Nacional en la región mediante un convenio – plan.

El comportamiento electoral fue ejemplar con una votación cercana al 30 % de su potencial en una elección atípica cuyos antecedentes en otras regiones de la Patria son muy inferiores; en  Bolívar fue del 9% y la del Valle con varios candidatos 15%.

La meta de la campaña del doctor Iriarte, dentro del contexto de las atípicas era de 100.000 votos, la cual fue superada con creces logrando 120.000.

El voto en blanco tuvo una buena participación; el resultado final nos sorprendió con un incremento de 10 puntos sobre lo previsible en las encuestas creíbles. Estos guarismos hay que respetarlos, hacerles la lectura que corresponda; y en ese orden, lo encontramos en los  efectos y afectados del paro cafetero, quienes revelados contra lo que “apareciera” y lo primero que encontraron a la vista fue las elecciones regionales; por supuesto con un ambiente enrarecido, parte importante lo expresaron con el voto en blanco. De manera equivocada hubo terreno fértil para algunos sacerdotes, porque el candidato de la Unidad Regional es cristiano, en un país de libertad religiosa. Pero como “al lado del enfermo come el alentado” algunos políticos en trance de “reencauche” se pegaron al movimiento del voto en blanco, donde unos pusieron la “platica” y otros la aprovecharon, y con una abultada “tula” aplicando prácticas no permitidas por la ley, trataron de “pescar en río revuelto”.

Después del debate a dentelladas los políticos que se involucraron en el movimiento del voto en blanco, hoy reclaman su paternidad y creen que puede ser plataforma para sus futuras aspiraciones electorales, en lo cual se equivocan de “cabo a rabo”, pues en el objetivo balance,  el voto en blanco su base estuvo en la  rebeldía del paro cafetero y la acción proselitista de algunos sacerdotes, y muy poco fue el aporte de ellos. Es mejor que no hagan “cuentas alegres”.

Adenda: El talante del nuevo gobernador: a pesar de ser cristiano,  todo el gabinete designado es católico.

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