“Necesitamos mejorar las condiciones de calidad de vida y resocialización de nuestros reclusos, ellos merecen la oportunidad de re-aprenderse y resocializarse, enviarlos a las cárceles como si fueran a un botadero, ahonda el problema y no genera soluciones; debemos optimizar al INPEC con suficiencia de guardia, y liberación de corrupción”.
Sabiendo que la sobrepoblación carcelaria a nivel nacional, según datos suministrados por el Ministerio de Justicia y del Derecho, es de un 53%, y que en Bucaramanga el hacinamiento en la cárcel modelo es del 400%, una cifra que desborda el imaginario y deja ver la realidad del reclusos superviviendo en baños, pasillos y escaleras, Jorge Gómez Villamizar como vocero de esta población que aunque infractora, está siendo altamente vulnerada, en el debate de la reforma al Código Penitenciario que aún continua en la agenda de esta semana, en la Cámará – Comisión Primera, está siendo reiterativo en la necesidad de modernización en infraestructura en la inyección de recursos para el INPEC.